La Agence France-Presse citó documentos internos que decían el 28 de noviembre que la Unión Europea podría prohibir el comercio de diamantes rusos como parte de su próxima duodécima ronda de sanciones.
La Agence France-Presse dijo que los estados miembros de la UE votarán sobre la prohibición en los próximos días, que apuntará de manera integral al comercio de diamantes ruso. Si se aprueba, el proyecto de ley entrará en vigor el 1 de enero de 2024.
Según documentos internos, la prohibición afectará al comercio de diamantes originarios de Rusia, así como a los diamantes que se transborden o exporten a través de Rusia. La segunda fase de la prohibición, que entrará en vigor varios meses después de las medidas iniciales, también afectará al comercio de diamantes rusos procesados o exportados a través de terceros países.
A algunos países de la UE, especialmente Bélgica (el 86% de los diamantes en bruto del mundo se procesan en Bélgica), les preocupa que la prohibición de la UE no sea lo suficientemente exhaustiva. Es posible que los diamantes rusos todavía tengan acceso a mercados lucrativos en Asia y otros lugares.
Los comerciantes de diamantes belgas han estado tomando medidas para utilizar la tecnología blockchain para marcar el origen de los diamantes y rastrear sus exportaciones, aunque hayan sido cortados o procesados en diferentes formas.
Incluso si los diamantes rusos todavía pudieran aparecer en mercados extranjeros fuera del alcance de las sanciones de la UE, la prohibición propuesta aún podría tener un impacto significativo en la industria.
Según un informe de los medios de Bruselas (EUobserver) del día 20, los países del G7 como Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos “representan el 70% de la demanda mundial de diamantes por parte de los usuarios finales”.
La Agence France-Presse dijo que antes de que estallara el conflicto, los diamantes rusos representaban alrededor de un tercio del comercio mundial.
Según observadores de la UE, el comercio de diamantes aporta anualmente unos 4.000 millones de euros (4.200 millones de dólares) a la economía rusa.